sábado, 29 de septiembre de 2012

¿La petite mort?



Amor-sufrir 

Masoquismo:
1. m. Perversión sexual del que encuentra placer en verse maltratado y humillado.
2. Disfrutar considerándose maltratado, disminuido, etc., en cualquier suceso o actividad (Definición tomada de http://www.wordreference.com/definicion/masoquismo)

El diccionario parece trágico al definir “lo masoquista”, pues en la vida cotidiana se utiliza dicha palabra para adjetivar un tipo de relación afectiva difícil, sin ser necesariamente una relación inmersa en “perversidades sexuales” que dejan al otro desprovisto del más mínimo sentimiento de dignidad. Sin duda podría pensarse que el lenguaje que utilizamos (el del diccionario) tiene una pesada carga de moralismos. Podríamos pensarnos en una semiótica moralista, que limita el lenguaje hasta llegar a la angustia. Ahora bien, ese no el tema en el que deseaba centrarme, empecé a escribir pensando en esa dosis de sufrimiento que tiene el amor, ese sentimiento de orfandad que necesitamos así estemos en compañía, las peleas nimias que avivan el deseo hacía el objeto amado ¿Somos los seres humanos organismos incapaces de asumir la satisfacción? O mejor aún ¿Somos los seres humanos incapaces de vivir sin la insatisfacción? Yo me guiaría arbitrariamente por la segunda.

Siempre hay en los productos del amor (caricias, besos) una dinámica de “doy, pero no del todo” “me entrego, pero guardo”, porque es necesario para la corriente de la energía psíquica estar andando, no quedarse quieta. La no-satisfacción es un ingrediente de los vínculos afectivos, fue importante en aquel doloroso instante en que descubrimos que mamá y nosotros no eran uno solo, que mamá tenía un cuerpo para ella sola y nosotros almas débiles y vulnerables también teníamos nuestra propia piel y nuestros propios sentidos. Desde ese entonces hemos luchado (literal) ante la dicotomía de 1 + 1=2 y no 1 + 1=1. El sufrir es inevitable, y puede manifestarse de diversas formas expresivas o silenciosas, pero está allí. En Francia el orgasmo es nombrado como una “Petite mort” que en español es –pequeña muerte- una sensación placentera acompañada siempre del sufrimiento que a la final nos lleva a una muerte; la culminación de la agonía.

Les dejo un poema que hice en una tarde de septiembre. Espero que lo disfruten. Saludos sinceros  

Desgárrame

Desgárrame, te pido por favor que me desgarres,
Desgárrame las fibras, que no me quede más fuerza para amar
Hazme sentir el hondo dolor del querer
La pequeña muerte que causa la satisfacción
Te pido que no tengas compasión de mí
Si me das a entregar algo, no me lo des a medias
No hay cosa más humillante que recibir veneno en pequeñas dosis
Tú debes ser letal para mí, debes por lo menos intentarlo
En estos tiempos de hastío necesito sentir dolor en las heridas
Que aunque sea un asomo de sangre me recuerde que sigo viva
Ven aquí, siéntate a mi lado, acuéstate si quieres
Desgárrame lentamente y con mucha fuerza
Desgarra mis pensamientos, mis odios, mis lágrimas
No te detengas, así me veas llorar
Pues serán lagrimas de libertad
Los sentimientos serán libres          
Y tu me veras dueña de una placentera pesadilla.

Pola.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque pensé que al hablar del tema ibas a hablar de estas relaciones muy sado masoquitas, pero le diste vuelta seca al tema, y que con un oh en mi cara, me gusta mucho como escribes, y tu poema esta mas que excelente